Desde el año 2015, nuestras alumnas han sido beneficiadas con la maravillosa oportunidad de estudiar asuntos mundiales de la ayuda de miembros del personal de la Oficina de las Naciones Unidas, y especialmente, Hermanas del Sagrado Corazón de varias partes del mundo. En Japón, donde solo alrededor del 1% de la población es cristiana, hemos estado tratando de educar a las alumnas sobre las realidades de la vida global en el siglo XXI. Junto con otros educadores del Sagrado Corazón, aspiramos a una educación transformadora y nos preocupamos por el pensamiento crítico, la conciencia global y social con una ética humanitaria básica. La promesa de los ODS de que "nadie se quedará atrás" resuena con el mensaje de Jesucristo, que dijo: "Nunca te dejaré ni te abandonaré". (Hebreos 13:5). Parece que los ODS nos proporcionan un lenguaje común para comunicar el mensaje de Cristo al mundo secular de Japón.
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