A medida que nos acercamos a la Fiesta de Santa Magdalena Sofía el 25 de mayo, es también un buen momento para reflexionar sobre la misión que los educadores del Sagrado Corazón han estado trabajando a lo largo del año académico, que se extiende desde el 1ero de agosto hasta finales de junio. En la Escuela Secundaria del Sagrado Corazón para Niñas en Taiwán, celebramos esta fiesta con alegría y al mismo tiempo hacemos una reflexión. En el día de la fiesta se muestra un video clip de la biografía de Sofia por la mañana durante una asamblea para toda la escuela. Esto proporciona un espacio para que todos los miembros de la comunidad escolar se conecten con los llamamientos de Sofía, y se les recuerda que hemos sido elegidos para ser testigos del amor de Dios a través de la educación del Sagrado Corazón. En el almuerzo, se reparten helados a todos los miembros de la escuela como muestra de amor y para celebrar el legado de Magdalena Sofía. Este año, también montamos en nuestro edificio un puesto con imágenes de Sofía para que los estudiantes y profesores puedan tomar fotos con Sofía, y para cerrar la brecha entre la época de Sofía en 1800 y el día de hoy.
Además de las actividades de celebración en el día de la fiesta, nuestro plan de estudios incluye un viaje anual de la misión. Todos los alumnos de séptimo grado leen un folleto titulado "La sabiduría de Santa Magdalena Sofía Barat", que contiene cincuenta citas publicadas en formato bilingüe. Se anima a los estudiantes a compartir la cita que encuentra eco en cada uno y a explicar por qué. También guiamos a nuestros nuevos estudiantes en la lectura y reflexión sobre el folleto "La Vida en el Sagrado Corazón" de la Madre Marie-Thérèse de Lescure, RSCJ. Esto proporciona una visión sobre los Cinco Objetivos de una Educación del Sagrado Corazón, ayudando a nuestras estudiantes a entender que son "hijas del Sagrado Corazón", que son conocidas por Dios, y que pueden dar a conocer el amor de Dios a los demás.
La fiesta de Santa Magdalena Sofía es un recordatorio a todos los educadores y estudiantes del Sagrado Corazón de lo afortunados que somos al experimentar una educación transformadora basada en la visión de Sofia. En la misa decimos: "Señor, no soy digno de que entres en mi corazón, pero si dices solo una palabra, mi alma será sanada." Las palabras de Santa Magdalena Sofía, "Sed humildes, sed sencillos, y traed alegría a los demás" serán siempre un eco y un faro en nuestras vidas como personas integras.