Triduo de la Semana Santa con Filipina Duchesne

 
Este año, mientras celebramos el 200 aniversario
de la valiente decisión de la Sociedad del Sagrado Corazón
de vivir su misión y su carisma más allá de las fronteras conocidas,
 
entremos en el Triduo de la Semana Santa con
 
 
quien el Jueves Santo en 1806 tuvo esa experiencia de "noche santa".
 
En su carta a Santa Magdalena Sofía sobre esa oración de toda la noche, Filipina escribió:
 
Fue realmente una noche santa…. Pasé toda la noche en el Nuevo Continente, pero iba en buena compañía. Primeramente recogí en el Huerto de los Olivos, en el Pretorio, en el Calvario, toda la sangre de Cristo. Apoderándome de El en el Santísimo, lo estrechaba contra mi corazón para difundir por todas partes mi tesoro sin temor de agotarlo.… Pasé las doce horas de la noche sin ningún cansancio… Me veía después sola con Jesús.… Mi querida Madre, cuando usted me diga “te envío,” le responderé enseguida “iré.”​ 
Carta de Filipina Duchesne a Magdalena Sofía, 4 de abril 1806
 
 
Estas palabras de nuestras Constituciones nos expresan hoy esta experiencia mística y profunda visión apostólica:
 
El Corazón traspasado de Jesús
nos abre a la profundidad del misterio de Dios
y al dolor de la humanidad​.
Constituciones §8
 
 
Entonces, durante este Triduo de la Semana Santa, inspiradas por la vida y la misión de Filipina Duchesne, "acercarnos a Él con todo lo que constituye nuestra vida, con los sufrimientos y las esperanzas de la humanidad".  Constituciones § 20
 
 
 
 
El  Corazón de Jesús traspasado
cómo toca mi corazón, abriéndome a la profundidad de mi ser?
 
¿Cuáles son los "sufrimientos y esperanzas de la humanidad"
que me llaman a la oración,
me invitan a cruzar "fronteras,"
me impulsan al compromiso y a la acción?
 
 
Que este año de oración con Filipina fortalezca nuestra capacidad para contemplar y escuchar el latido del corazón de Dios en nosotros y en nuestro mundo. Que podamos, así como lo hicieron Sofía y Filipina, sentir la exigencia del amor del corazón de Dios en Jesucristo. Que podamos creer en una visión del Evangelio más allá de la que podamos ver o imaginar "que todos somos Uno" y actuar con valentía, confianza y perseverancia para hacer de esta visión una realidad.
Carta de Barbara Dawson para la fiesta de Filipina Duchesne, 18 de noviembre 2017
 
 
Nuestra Espiritualidad: